A través de nuestro Colegio de Educación Especial y nuestras aulas estables en centros ordinarios, nuestros alumnos reciben los apoyos que necesitan a través de servicios como fisioterapia o logopedia en un entorno de aprendizaje inclusivo.
¿En qué consiste
el colegio?
Atención
temprana
Cada vez nos encontramos con más niños con un diagnóstico erróneo o tardío. Para evitar que lleguen a la infancia y adolescencia con mayores necesidades, se hace preciso atenderlos desde que tienen pocos días de vida. Contribuimos así, además, a reducir las listas de espera de Atención Temprana.
Apoyo y
seguimiento
En un colegio de Educación Especial, el alumnado recibe los apoyos que necesita. A través de las aulas estables llevamos también nuestro modelo a los colegios ordinarios y favorecemos la inclusión en un entorno normalizado y la sensibilización de alumnos sin discapacidad.
Nuestro
colegio
Contar con un menor número de alumnos por aula, con mayores apoyos y con metodologías punteras inclusivas que van más allá del propio programa educativo nos permite desarrollar la autonomía de nuestros alumnos con mayores garantías.
¿Qué lo hace
diferente?
En nuestro caso, lo hace diferente el hecho de que podamos atender a niños desde la atención temprana. Contamos con instalaciones propias donde el niño puede venir antes de ser escolarizado.
Puede acudir a su escuela infantil o guardería y beneficiarse además de nuestros servicios. Podrá seguir la escolarización en el colegio y a partir de los 21 años continuará con un itinerario apropiado a sus necesidades, ya sea en la atención personal, en la ocupación o en el empleo.
¿Por qué se abre
un cole?
FUNDACIÓN JUAN XXIII apostó en el último Plan Estratégico por prestar todos los servicios a las personas más vulnerables en todas las edades. Nos habíamos focalizado en la formación y el empleo en los años anteriores, facilitando un entorno laboral protegido y ordinario que acogiese a todas las personas, pero no es suficiente: se requiere intervenir también desde edades más tempranas.
Por este motivo, abrimos en 2021 el Colegio JUAN XXIII-Buenafuente, para favorecer una continuidad en la atención a las personas desde la infancia, mejorando la calidad de vida también de las familias y multiplicando las oportunidades. Un Colegio que supone la vuelta a nuestros orígenes, pues fue el primer servicio que prestamos en 1966, y que sirve de mediador entre el alumno y su entorno para que se convierta en un cuidado de pleno derecho.
Beneficios para
los niños
Aprendizaje y desarrollo
Creamos un entorno más amable para los alumnos que facilita el aprendizaje y desarrollo.
Programas personalizados
Se diseñan programas personalizados y óptimos para el crecimiento. Se facilita un programa de intervención “ad hoc”.
Equipo multidisciplinar
Contamos con personas especializadas en diferentes áreas como fisiterapia, logopedia o terapia ocupacional.
Intervención especializada
Tienen la continuidad, el compromiso y la estabilidad de una intervención especializada.
Autonomía
Basándonos en metodologías activas inclusivas se facilita la autonomía.
Mejorar la vida de los alumnos y sus familias
Nos basamos en investigaciones para proponer proyectos que mejoren la vida de los alumnos y de sus familias.